Danza Mindfulness
¿Danza Mindfulness? Sí, danza o expresión corporal libre de juicios, y atención plena al presente de la experiencia. Es una herramienta que me fue canalizada en 2019. Jamás hubiera pensado que en la actualidad me iba a dedicar profesionalmente a combinar el autoconocimiento y la conexión espiritual con la música y la danza.
Siempre me he sentido fuertemente atraída y vinculada a la música y sus ritmos.
Era muy pequeña cuando después de enterarme de que en mi pueblo, Lasarte-Oria, ofrecían clases de euskaldantza (bailes vascos) fui yo sola a apuntarme. Fue más tarde cuando vi donde bailábamos el cartel de, “Se dan clases de txistu,” y me recuerdo descubriendo ese mensaje con una profunda emoción de ¡Aalaaaa! O lo que significa, ¡Síiii, yo quiero eso!, entonces tendría unos ocho o nueve años.
En nuestra cultura y mi estamento social, entonces más y todavía hoy, no se contemplaba la posibilidad de que en el futuro nos pudiéramos dedicar profesionalmente ni a la danza ni a la música, y a mí ni se me ocurría…, así que yo fui creciendo y experimentando el gusto y el goce por todo eso, pero como algo que sólo podía hacer o dedicarme a ello cuando todo lo demás, “lo importante” ya estaba atendido.
Hubo una parte de mi infancia que la recuerdo como feliz hasta los ocho años, y otra cuando se acabó la primera, como muy infeliz, en ésta segunda época tocar el Txistu supuso en mi vida encontrar un espacio y un tiempo, donde los problemas y las penas tomaban descanso, y yo tocando el instrumento ponía las notas de alegría y de color que le faltaban a mi vida.
A los 14 años dejé de tocar, la pérdida de mi padre me pesó demasiado.
¿Para qué te cuento todo esto? Para compartirte mi pasión y mi amor por la música y todo lo que estimula, que es inmenso.
La música es muy poderosa, es capaz de mover todos tus cimientos, de poner todo patas arriba, de ordenarlo todo, de sanar, inspirar, ayudar, acompañar, descubrir, soñar, viajar, crear, revivir, resignificar y mucho más…
Danza Mindfulness
¡Amo la música!, y gracias a ella y a los artistas que la crean, cada sesión de Danza Mindfulness es posible.
Así pues, en cada encuentro grupal que realizamos para expresarnos en libertad, se gesta, se libera, se conecta y se crea algo.
Es un trabajo grupal e individual al mismo tiempo. La energía grupal potencia el trabajo individual.
El grupo es el útero que entre tod@s creamos y que nos acoge, una experiencia, que protegemos entre tod@s con nuestro compromiso de confidencialidad.
De momento, está pensado para que sea en un formato de dos horas, son dos domingos al mes por la mañana.
Comenzamos con un calentamiento/ritual que dura media hora más o menos, seguido de la secuencia musical que dura una hora aproximadamente, y concluimos con una rueda de devoluciones, donde la participación es libre.
Esta herramienta es muy potente. Si te entregas a la experiencia ésta te devuelve mucho.
Es una manera amable de viajar hacia tus adentros, descubrirte cada vez más, liberar tensiones, darte permisos, conectarte con esa dimensión tuya que siempre está esperando a ser atendida por ti, disfrutar y ¡Celebrar la Vida!